miércoles, 5 de septiembre de 2012

Avellanas, Almendras .......






AVELLANAS, ALMENDRAS….    

¿Somos o semos? Qué cuestión tan delicada. El título es una reminiscencia de otra cosa más común: el desuso del lenguaje ordinario.
Del lenguaje extraordinario no nos vamos a referir por prudencia (Que cualidad más humana, hermana de la cobardía y prima de la inteligencia) aunque está de moda hacerlo. Sobre todo por los que nos manejan el cotarro. Escuche a su jefe o jefa, verá y oirá sin rubor con gran desparpajo las mayores metidas de pata en el uso de los términos de su empresa. Qué decir de lo que no dominan, parecen catedráticos de la materia. El mantra es; eso con una base de datos se hace enseguida.
AH! La informática nos ha hecho expertos en todo, todo está en internet, de todo podemos saber en un minuto. Mira en la wiki pedía, te sale todo. El cada vez más grave deterioro el lenguaje, se basa en el desconocimiento de los conceptos que manejamos. Así los que no entendemos los damos de baja en nuestro registro lingüístico. Pena de cultura, manejamos 300 palabras no por comodidad, sino por desconocimiento de su significado. Excepto los jef@s, ellos sí que manejan conceptos globales. Aunque no distingan entre avellanas y almendras, saben que son frutos secos y empiezan con A. Para que quieren saber más. Lo mejor de todo es que presumen de ello ante ti, prudente ignorante.

Mariano Asensio 

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